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Corazón sano y contento en el Día de San Valentín

El aceite de oliva, a menudo llamado «oro líquido», es un alimento básico de la cocina mediterránea desde hace miles de años. Pero no es sólo su delicioso sabor lo que lo hace tan popular. Tiene numerosos beneficios para la salud, sobre todo para el corazón, lo que lo convierte en el ingrediente perfecto para una comida romántica y cardiosaludable en San Valentín.

Los estudios han demostrado que consumir aceite de oliva de forma regular puede reducir significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, una de las principales causas de muerte en el mundo. Esto se debe a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados (AGMI) y polifenoles, ambos relacionados con la mejora de la salud cardiovascular.

En concreto, se ha demostrado que los AGMI reducen los niveles de colesterol LDL (malo), que puede obstruir las arterias y aumentar el riesgo de cardiopatías. Por su parte, los polifenoles son potentes antioxidantes que ayudan a proteger el corazón y los vasos sanguíneos de posibles daños.

La relación entre el aceite de oliva y la salud del corazón va más allá del bienestar físico. Un corazón sano es también un corazón emocional, y compartir una comida elaborada con aceite de oliva puede ser un símbolo de amor y cariño hacia uno mismo o hacia la pareja, dando pasos hacia una mayor salud coronaria.

Incorporar aceite de oliva en tu comida de San Valentín puede añadir sofisticación y sabor a cualquier plato, ya sean verduras salteadas, carnes asadas o una simple salsa para mojar pan. Es un ingrediente libre de culpa que puede añadir un toque distinguido a los platos, y con sus numerosos beneficios para la salud, es el ingrediente perfecto para incluir en una comida romántica. Así que este San Valentín, olvídate de las cajas de bombones y los ramos de flores y regala a tu pareja una comida deliciosa con el «oro líquido». Su corazón (y sus papilas gustativas) te lo agradecerán.