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El aceite de oliva virgen extra: un aliado de la salud a cualquier edad

El aceite de oliva virgen extra es bueno para todos, a todas las edades y, como confirman numerosos estudios de investigación, nunca debería faltar en nuestra dieta diaria. Así lo subraya ASSITOL, la Asociación Italiana de la Industria del Aceite, con motivo del Día Mundial de la Salud.

La pandemia de coronavirus ha llevado a muchos italianos a redescubrir la tradicional dieta mediterránea de la región, considerada por los investigadores como la más saludable y sostenible, revalorizando así también los beneficios del aceite de oliva virgen extra. 

«Siempre hemos apoyado una nutrición sana y adecuada», señala Anna Cane, presidenta del grupo de aceite de oliva de la asociación. Está convencida de que la prevención empieza en la mesa. «Por eso el Día Mundial de la Salud es un buen momento para recordar que el aceite de oliva virgen extra puede ayudar a proteger dos categorías de edad en particular: los ancianos y los niños».

El aceite de oliva virgen extra es, de hecho, un alimento «antienvejecimiento» gracias a su composición a base de polifenoles, potentes antioxidantes capaces de frenar el envejecimiento celular y, en general, los procesos oxidativos que están en el origen de numerosas patologías. En este sentido, la Escuela de Salud Pública de Harvard, uno de los centros de investigación en nutrición más reputados del mundo, comenzó hace tiempo a incluir el aceite de oliva virgen extra en sus recomendaciones. Más recientemente destacó que, gracias a su acción antioxidante, este alimento ayuda a prevenir la demencia senil.

Gracias a la fuerte presencia de ácidos grasos monoinsaturados, el aceite es capaz de controlar el colesterol LDL, el llamado «colesterol malo», protegiendo eficazmente el corazón y el sistema cardiovascular. Esta grasa buena permite al organismo absorber las vitaminas liposolubles, como la A, E, D y K, refuerza el sistema inmunitario y favorece la digestión, que suele ser problemática para las personas mayores. Además, tanto por su fuerte olor como por su composición, ayuda a las personas con sobrepeso, ya que el aceite virgen extra estimula la sensación de saciedad de antemano, evitando así que se coma en exceso.

No existe un elixir antienvejecimiento, pero el aceite virgen extra ciertamente ayuda a los menos jóvenes a sobrellevar mejor la situación. ¿Y para los más jóvenes? Se podría decir que les ayuda a crecer. Gracias a los polifenoles y a la mezcla de nutrientes, el virgen extra ayuda al desarrollo óseo durante la infancia, así como al desarrollo neurológico. No en vano, todas las investigaciones científicas comparan los beneficios del aceite de oliva virgen extra en los niños con los de la leche materna.

«Pero hay una razón más para acostumbrarlos rápidamente al sabor del aceite», explica Anna Cane. «Si es cierto que la salud viene con la alimentación, no es menos cierto que la alimentación sana empieza en la infancia. Y si se come bien, este mensaje se transmite fácilmente y no se olvida al crecer».

En este sentido, ASSITOL, que lleva años promoviendo la educación sobre el aceite de oliva, apuesta por un testimonio excepcional: la «merienda saludable» -digamos, por ejemplo, la combinación de aceite de oliva virgen extra y pan artesano fresco, que también es ideal para los niños. En concreto, el pan aporta a los niños la energía de los hidratos de carbono, mientras que el aceite reduce su pico glucémico. «Después de meses de aprendizaje a distancia y poco movimiento, ASSITOL espera que este saludable tentempié les ayude a mejorar su estado de ánimo y les dé el sprint adecuado para volver a jugar al aire libre».